El Esbirro

Carmen Cerezuela Ortega de 3º ESO nos recomienda este libro. Se trata de la autobiografía de Sergei Kourdakov, publicado por la editorial Palabra.

Sergei Kourdakov es educado en las enseñanzas de Lenin desde que era huérfano de padre y madre. Su lucha, por sobrevivir mendigando con tan sólo seis años y más tarde resistir a los abusos de los orfanatos , desarrolla en él su recia personalidad.

Poco a poco va aprendiendo que todo en aquella cruel sociedad que le rodea se rige por la ley del más fuerte, por lo que decide sacrificarse y vencer sus debilidades. De esta manera recibe las más altas condecoraciones como jefe de la Liga de las Juventudes Comunistas en la Academia naval y como lugarteniente de la policía a las órdenes de Nikiforov (donde su trabajo consiste básicamente en persecuciones de “religiozniki” o cristianos).

Sergei se siente cada vez más engañado pues ¿en que se identifican las enseñanzas de Lenin de la igualdad entre “hermanos” con la tarea de pegar a unos inofensivos creyentes? Su expediente es irreprochable y, sin embargo, en su corazón reina una profunda insatisfacción. En cambio, en los rostros de los cristianos contra los que lucha no cesan las fuerzas, la felicidad y la fe en lo que creen; que, después de ser golpeados, nunca abandonan.

 Finalmente, Sergei decide ir en busca de la única fuerza que le llenará por completo, Dios. Para ello, y a pesar de su juventud, consigue un puesto como oficial de radio en un submarino de la marina por las costas de Estados Unidos (con el único fin de desertar en las costas canadienses).

 A pesar de su temprana muerte con veintidós años (un posible asesinato por las amenazas de muerte que recibía de Moscú), Kourdakov llega a Canadá. Allí (con su libertad) asiste a varias Iglesias en las que pone su confianza en Dios, donde un esbirro como él encuentra una vida mejor de amor y perdón.

Por el hecho de ser una autobiografía, resulta pesaroso que una persona haya arriesgado su vida para enseñar a la gente el valor de la fe y de la libertad de religión.

Sergei, que murió con tan sólo veintidós años por mostrarnos la verdad, nos demuestra que puedes hacer lo que te propongas y sería egoísta que, nosotros que no tenemos nada que perder evangelizando o haciendo el bien, no le devolviéramos el favor.

Para concluir debo decir que es un gran libro lleno de moral, el cual recomiendo.